Bitácora rebelde del programa LA ENREDADERA que emitimos desde hace casi 10 años en la emisora libre RADIO TOPO. Puedes escucharnos cada domingo de 21 a 23 horas en directo en el 101.8 de la FM zaragozana o descargarte nuestros sonidos en la web www.archive.org ¡¡Escucha nuestros programas, entrevistas y cuñas en este mismo blog!! ¡¡ROMPE LA INCOMUNICACIÓN!!

martes, 29 de abril de 2008

Escucha la enredadera del 27 de abril de 2008


Escucha a Luis Gimeno, médico zaragozano desmontando uno a uno los mitos entorno a salud e inmigración; la crónica completa de las jornadas "Cultura libre y popular" con la jovencísima escritora Leona Andrea; relatos de "Espejos. Una historia casi universal", el último libro de Eduardo Galeano; ¡¡y mucho más!!

Escucha el programa pinchando aquí:




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Entrevista a Roberto Loaisiga, muralista y luchador nicaragüense, y a su mamá, Zoila, defensora de los presos en cárceles de Nicaragua




Jau compas,
os facilitamos la entrevista realizada ayer lunes 28 de abril de 2008 a Roberto Loaisiga, un tipo estupendo que lleva desde los 16 años haciendo murales desde Nicaragua al mundo (México, Guatemala,... ¡Zaragoza!). Roberto vive con la verdad en su mano izquierda y un pincel en la derecha. Ha trabajado en las comunidades nicaragüenses es un sandinista convencido que aparticipado en proyectos de llevar la escuela a comunidades nicaragüenses.
También charramos con Zoila, su mamá, que junto con un puñadico de compañeras crisitianas de base hacen una labor de ayuda a los presos de cárceles de Nicaragua. Forma parte de un proyecto de una comunidad cristiana de la teologia de la liberación de apoyoa a personas presas que consiste en dar comida decente a los presos al menos una vez al trimestre.
¡¡Todo un ejemplo de tesón y solidaridad!!

Ha pintando un mural en el colegio “Lucien Briet” del Picarral:
http://zaragozame.com/tag/roberto-loaisiga/
y tiene un precioso blog con fotos de sus últimos cuadros:
http://robertoloaisiga.blogspot.com/

Aquí podéis escuchar esta interesantísima charrada:





Más fotos del fiestón en la Plazoleta









(estas fotos son también de Pati. ¡¡Muchas gracias a todas!!)

Fotos recital Julio Donoso en Arrebato




Crónica en: http://www.aragonmusical.com/reportajes/detalle-cronica/1/475/

Fotos del concierto en el Parque Delicias








Fotos del concierto en Arrebato





Estas fotos corresponden al concierto del viernes 18 de abril, primera actividad de las jornadas "Cultura libre y popular" desarrolladas durante todo el mes de abril y organizadas por la Biblioteca Frida Kahlo. Crónica en:
http://www.aragonmusical.com/reportajes/detalle-cronica/1/473/
(las fotos son de Pati)

La Plazoleta revive en un apoteosis de colores








(las fotos son cortesía de nuestro buen amigo mongui. ¡Prometemos más!)

El domingo 27 de abril la Biblioteca Frida Kahlo puso el broche de oro a sus jornadas por una “Cultura libre y popular”, con la participación en la rehabilitación de la Plazoleta. Acción vecinal impulsada por Robin Hood y apoyada por otros superhéroes: la princesa vikinga, el Oso de la Patagonia, el hada gominola, Batman, DarkVader o la princesa Pauli.


A las cinco en punto de una tarde estupenda comenzaron las actuaciones. En primer lugar, la cordial bienvenida a los participantes, que ya se contaban por decenas. Música jazz, dulzainas aragonesas y expectativa en el fiestón que se preparaba.


Carlos y Lentejo, el payaso pendejo, fue el primero en animar a grandes y pequeños, con sus rocambolescas historias, su comunicación con el público, su marioneta y su peculiar magia. Media hora larga de risas y juegos que se desarrollaron con fluidez mientras la Plazoleta se llenaba de vecinos, amigas y viandantes.


A continuación, os algabenaires (los charlatanes) desarrollaron una intervención teatral de raso en aragonés. La utilización de la lengua aragonesa no fue un obstáculo para el entendimiento y la participación de los más pequeños, que siguieron con atención la historia de este cuento relatado por una yaya. Música aragonesa en vivo, aventura y tradición popular fueron los ingredientes más preciados de esta interesante propuesta que demuestra que l'aragonés ye bien bibo.


Acto seguido, mientras Ale convertía los rostros en mariposas, gatitos o corazones, maquillándolos para la ocasión, apareció un peculiar duo de amigos a la Plazoleta. Desde los zancos y a ras de suelo, dinamizaron diferentes juegos para descubrir el entorno y los compañeros de fiesta. Tras los bailes, las risas y las cosquillas, llegó el turno de tirar globos de pintura al andamio del número 15 de la calle San Braulio, raíz de muchos de los conflictos de la zona. El hecho de que los globos no estallasen fácilmente fue la excusa perfecta para un apoteósis de colores, en la que todos llenaron de pintura la gris fachada, su ropa o la piel de sus amigos. ¡¡Vaya juerga!!


A partir de ahí, más agitación: pintura de dedos, niños pintando un mural colectivo, chocolate con bizcocho para autogestionar la actividad,... y ¡cómo no!: la rehabilitación de los maceteros. Los superhéroes habían llevado a la Plazoleta decenas de plantas, arbustos y árboles autóctonos que se plantaron entre todas en los maceteros colocados para la ocasión. 5 maceteros llenos de preciosas y coloridas plantas que esperamos se respeten y se cuiden.


Para terminar, se explicó toda la historia de la Plazoleta, que hoy cumplía 4 meses desde su inauguración, se recogieron los trastos y se dejó la calle llena de colores, pancartas pintadas por todos y un buen rastro de alegría que esperamos contagie a una ciudad cada día más triste si no fuera por estos raticos.

jueves, 24 de abril de 2008

Leer, ¿para qué?


24-04-2008
Leer, ¿para qué?

Santiago Alba Rico
Manifiesto por la lectura. II Jornada de reflexión sobre la lectura. Cuenca 22 abril 2008.


La necesidad de renovar una y otra vez los llamados a la lectura -de promover, estimular y colorear las letras- revela una doble angustia. Los lectores -primera- sentimos los libros amenazados. Los lectores -segunda- nunca encontramos argumentos convincentes a favor de nuestro vicio.

Es verdad que los hombres se han quejado siempre de las inclemencias del tiempo, pero sólo hoy podemos hablar de cambio climático. Es verdad que ya Cicerón se lamentaba de la escasa pasión por la lectura de los jóvenes romanos, pero sólo hoy podemos hablar de un cambio de paradigma. Instrumento de dominio y de liberación, la escritura está en peligro como lugar de construcción y decisión de los destinos humanos. Algunos datos sumarios así lo expresan. Mientras aumenta el número de títulos y las cifras de ventas, disminuye el de lectores efectivos. Mientras se mantiene el analfabetismo real en los países pobres, aumenta el analfabetismo funcional en los países ricos. Mientras se multiplican los medios tecnológicos de registro y archivo de la humanidad, flaquea y agoniza la memoria individual de los humanos. Pocos somos capaces ya de recordar un poema, una canción, una cita de memoria; pocos somos capaces de recordar -como un fuego vivo bajo nuestros pies- los acontecimientos más recientes: la caída del muro de Berlín es para las nuevas generaciones tan antigua, tan inexpresiva, tan irrelevante, como la caída de Roma; incluso la invasión de Iraq es tan remota y está tan desprovista de sentido como la conquista de Granada o las Cruzadas. La Historia ha desaparecido en el instantáneo y sucesivo consumo de imágenes muy intensas, muy solubles, que no dejan más rastro que el apetito de una imagen nueva, de una visualidad ininterrumpida: la mirada se ha convertido en una extensión del sistema digestivo.

En estas condiciones, los libros no hace falta ni quemarlos: se descatalogan solos a medida que salen de la imprenta. En estas condiciones, los libros -pobrecitos- no pueden denfenderse a sí mismos. En la mitad pobre del mundo son inalcanzables; en la mitad rica se distinguen ya mal de una chocolatina o de un electrodoméstico. Si queremos salvarlos -junto a los elefantes, los glaciares y los niños- habrá, por tanto, que cuestionarse el modelo en su conjunto. Si queremos salvar a Joyce y a García Lorca -aunque sólo queramos salvar a Joyce y a García Lorca- tendremos que salvar los elefantes; si queremos salvar La Iliada y el Quijote -aunque sólo queramos salvar la Ilíada y el Quijote- tendremos que salvar también los glaciares y los niños.

Pero, ¿por qué salvar los libros? ¿Para qué leer? Es verdad que la lectura enseña, pero también enseña cosas erradas o perjudiciales. La lectura libera, pero también ata a prejuicios y sinsentidos. La lectura entretiene, pero es más entretenido el sexo, la montaña rusa o la televisión. La lectura informa, pero también manipula. La lectura hace pensar, pero, ¿quién quiere pensar? La lectura puede cambiar el mundo, pero hoy casi nos conformaríamos con conservarlo. La lectura ayuda a conservar el mundo, pero mucho me temo que no podremos conservarlo sino con las manos y todos juntos. Entonces, ¿para qué leer?

El crítico y escritor George Steiner sostiene que precisamente en esta indeterminación -anfibia entre el bien y el mal- radica la fuerza de la literatura. Yo diría que radica más bien en el hecho de que esta indeterminación es absolutamente determinada. Es decir, en que esta indeterminación luce una caperuza roja o una barba azul; o se nos presenta “pequeña, peluda, suave, tan blanda por fuera que se diría toda de algodón”; o parece “verde que te quiero verde”; o tiene cincuenta años y es “de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza”; o ha nacido en un lugar concreto llamado Macondo.

La vida, decía Kafka, es un enigma del que hemos olvidado la clave. Los libros, al contrario, son claves -llaves- cuyo enigma no hemos localizado todavía. Las grandes novelas, los grandes relatos, los buenos poemas, dan respuesta a preguntas que aún no no nos hemos hecho, que todavía no hemos encontrado. La vida es un cuaderno de ejercicios; los vamos haciendo sin saber jamás si hemos dado o no con la solución justa. Frente a ella, los buenos libros proporcionan siempre soluciones justas -precisísimas- a problemas que luego hay que reconocer y plantear. Sabemos que está ahí la solución, pero no sabemos cuál es ni a qué dilema responde. Sabemos, en todo caso, que se trata de problemas radicales y generales cuya solución es una flor concreta de retama agarrada a la falda del Etna, una niña concreta que quiere tocar el violín y acaba trabajando de cajera en unos almacenes, un pirata concreto con una pata de palo concreta y un loro concreto posado en el hombro; o una concreta mañana de mayo en que un viejo lama concreto llega a la concreta ciudad de Lahore. Cada vez que leemos a Leopardi o a Carson McCullers o a Stevenson o a Kipling nos embarga la certidumbre maravillosa de haber llegado a alguna parte, aunque no sepamos a dónde, y de haber resuelto alguna adivinanza, aunque no sepamos cuál.

El enigma de una solución concreta -una flor concreta, una niña concreta, un pirata concreto, un lama concreto- es que no sabemos a qué enigma responde. Por eso, la maravillosa satisfacción, la apaciguadora certidumbre de los buenos libros va acompañada enseguida de una insatisfacción no menos intensa: porque una clave sin enigma es un nuevo enigma cuya solución habrá que buscar en un nuevo libro. De ahí que leer sea tan peligroso; empezar es azaroso, imprevisible, incoercible; terminar es imposible. Hay un cuentecito en el que un sabio oriental trata de concentrar toda la sabiduría humana en una página, luego en una frase, por fin en una palabra; y acaba por sumirse en el silencio e imponer silencio a todo el mundo. Hay escritores que sueñan con escribir el último libro, el libro definitivo, el libro después del cual ya no habrá que leer más libros. Y están las religiones llamadas del Libro, que consideran que la Biblia o el Corán vuelven ociosos o redundantes todos los libros y que, a fuerza de imponer la lectura de un solo libro, acaban por impedir precisamente la lectura. El monoteismo, el monobiblismo, es el silencio del mundo antes del big-bang de la creación.

La lectura no tiene fin porque se compone de muchos comienzos y sólo podemos comenzar algunos de ellos antes de que nuestra vida termine. No es un proceso, como la reproducción de la vida o la acumulación de riqueza, sino una sucesión, sí, de paradas y comienzos (como el recorrido de un tren o la línea de un autobús). Sólo los niños muy pequeños, los militares y los capitalistas cuentan los números. Las cosas finitas, los hombres concretos, son incontables. Por eso no los contamos sino que los contamos. No hacemos cuentas con ellos sino cuentos. Por eso, al mismo tiempo, la literatura es lo contrario de la tecnología: podemos decir que el ordenador ha suprimido la máquina de escribir, pero no que Coetzee ha suprimido a Balzac o Roberto Bolaño a Dickens. En todos ellos encontramos por igual la emoción alboral de ese nuevo comienzo contenido en el había una vez de los relatos: el placer cardinal, el suspense local -localizador- de que haya algo en lugar de nada (o de yo mismo); la excitación subracional de que ocurran cosas que no hemos decidido nosotros y que pueden cambiar una vida concreta en un espacio concreto -quizás también nuestra vida y nuestro espacio.

Pero, ¿quién puede querer dedicar su vida -un solo minuto de su vida- a acumular soluciones para las que hay que buscar luego un enigma? ¿A encadenar respuestas a las que aún les falta la pregunta? Cualquier ser humano que tenga problemas; es decir, cualquier ser humano digno de ese nombre.

¿Y quién puede querer concentrar su atención -un solo minuto de atención- en un terreno en el que hay innovaciones y descubrimientos pero no progreso? Cualquier ser humano que tenga antepasados; es decir, cualquier ser humano digno de ese nombre.

Entonces, ¿para qué leer? Marcel Proust escribía que, de la misma forma que no percibimos la rotación de la tierra, tampoco percibimos el paso del tiempo y que las novelas son por eso -y la suya más que ninguna otra- relojes paradójicos que, al acelerar el tiempo, lo introducen allí donde habitualmente no sentimos su movimiento. Se dirá que no tenemos tiempo para la lectura. Pero esto es como decir que no tenemos tiempo para el tiempo; que no tenemos tiempo para la duración. Tenemos tiempo, en cambio, para ignorarlo durante horas, para abolirlo ilusoriamente durante días; para despreciarlo durante toda una vida. Tenemos tiempo para ir a Australia, pero no para llegar hasta la cocina o hasta la casa de enfrente; tenemos tiempo para fotografiar un millón de veces las Pirámides, pero no para levantar en la playa un castillo de arena; tenemos tiempo para dar la vuelta al mundo en una pantalla, pero no para pelar una patata. Tenemos, claro, ese minuto que basta para la destrucción de un mundo, pero ya no los siete días que hacen falta para crear uno. Tenemos tiempo, en fin, para la digestión y para la televisión, pero no para la duración.

Los libros no quitan sino que dan tiempo, nos devuelven el tiempo; nos devuelven precisamente el tiempo geológico que necesitan las montañas para formarse, los niños para crecer, la atención para fijar la mirada, las manos para prestar cuidados, la lengua para conservar su riqueza, los cuerpos para conocerse, la inteligencia y la imaginación para interesarse por un objeto o un ser humano concretos. En ese tiempo -que el reloj del relato nos restituye y que es el tiempo propiamente humano- pueden ocurrir cosas terribles. Pero sin ese tiempo, las buenas, las mejores, aquellas de las que dependen la salvación de los elefantes, los niños y los glaciares, son imposibles. El problema hoy no es el desprecio por la realidad sino el desprecio por el relato, la degradación de esa trabajada ficción -aprendizaje del tiempo- desde la que hemos venido juzgando durante los últimos siglos la consistencia real del mundo exterior. Se puede leer y abandonar a los propios hijos; se puede leer y conquistar a sangre y fuego otro país; se puede leer y colaborar en un genocidio. Pero, ¿cómo va a impresionarnos la muerte de Aischa y Omar en Bagdad si no nos impresiona la muerte de Jo en Casa Desolada? ¿Cómo va a afectarnos el dolor de los palestinos si no nos afecta el de los liliputienses? ¿Cómo vamos a interesarnos por el destino de la humanidad si no nos interesamos por el de los unicornios o el de los mulefas?

De la misma manera que ningún argumento de un ateo sensato podrá jamás persuadir a un fanático religioso para que use la razón, tampoco ningún argumento a favor de la lectura podrá jamás persuadir a un fanático fugitivo del tiempo, disuelto en sus imágenes intensas, para que lea a Stendhal, a Jack London o a Proust. Creo que en un mundo menos injusto habría más gente razonable; y creo que en un mundo más lento la lectura tendría aún una oportunidad. La justicia y la lentitud habrá que defenderlas a la intemperie. Entre tanto, por misteriosas razones que tienen que ver con el fracaso parcial de la lógica en los cuerpos concretos, siguen siendo posibles, como en los cuentos, las conversiones: bajo el contacto de un beso inesperado -un aburrimiento desarmado, un maestro heroico, un revés movilizador- algunas ranas se convierten todavía a la conciencia y a la literatura. Por eso, aunque sea en las catacumbas, tenemos que seguir pronunciando en voz alta el nombre de la justicia y la libertad: por eso, aunque sea en las catacumbas, tenemos que seguir pronunciando en voz alta los títulos de nuestras obras preferidas. Para salvar los elefantes, los glaciares y los niños -si conseguimos salvar los elefantes, los glaciares y los niños- estas palabras y estos libros nos serán indispensables.

martes, 22 de abril de 2008

Escucha a Robin Hood en Radio Zaragoza


Escucha la entrevista a Robin Hood ayer lunes 21 de abril de 2008.

Pincha aquí:



lunes, 21 de abril de 2008

Escucha la enredadera del 20 de abril de 2008




martes, 15 de abril de 2008

Escucha la enredadera del 13 de abril de 2008




domingo, 13 de abril de 2008

Entrevista a Mikel Korta, encausado en el 18/98


Si mal no recuerdo, esta entrevista la realizamos en febrero de 2006 en Bilbo, tras una multitudinaria manifestación en solidaridad con los encausados en el proceso 18/98.

Hablamos con Mikel Korta, encausado en este montaje contra la disidencia vasca, cultural, política y social. Él trabaja la solidaridad internacionalista con Euskal Herria. Escúchala aquí:




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Saludos palestinos a los oyentes de la enredadera


Cristina y Mustafá mandan un saludo a los oyentes de La Enredadera y Radio Topo desde los campos de refugiados de palestionos en Libano.

Escúchalo aquí:




viernes, 11 de abril de 2008

El pueblo mapuche en lucha contra las represas en la Patagonia


Moira forma parte del Frente de Lucha Mapuche Campesino y vive en Chubut-Puelmapu en la Patagonia expoliada por Argentina.

Con motivo del VIII Seminario de Solidaridad Política, el jueves 10 de abril de 2008 les entrevistamos en la Universidad de Zaragoza. Escucha aquí la charradica, con saludo final al puelo venezolano, ya que algunas de nuestras entrevistas se escuchan también allá gracias a Javi y a la Radio de Venezuela:




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Palestinos en campos de refugiados de Líbano


Cristina y Mustafá viven en el campo de refugiados palestinos de Ain El-Hilweh en Saida (Líbano).
Con motivo del VIII Seminario de Solidaridad Política, el martes 8 de abril de 2008 les entrevistamos en la Universidad de Zaragoza. Escucha aquí la charradica:

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Cuña de prueba




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jueves, 10 de abril de 2008

Música libre, solidaridad política y memoria


Este domingo 27 de enero de 2008,

de 21 a 23 horas en el 101.8 de la FM de Zaragoza,

en La Enredadera....


En los estudios centrales de Radio Topo charraremos con Cis, la mitad de Cistitis and the Pajer, llamativo grupo de electroclash baturro que participará en el concierto del viernes 18 de abril, dentro de las jornadas “Cultura libre y popular” de la Biblioteca Frida Kahlo (adjuntamos cartel). Hace días que C&P no tocan por Zaragoza y hay expectativas en su primera actuación en la asociación vecinal Arrebato. Allí, compartirán escenario con MC Mariposa, propuesta de poesía con influencias de rap, soul y jazz, y con Carla y Julia, de Mrz.Crocodile, un dúo de chicas que también nos acompañarán en el programa. Con ellas presentaremos algunas de las frescas canciones de su primer disco, “Hidden Places”.

http://www.myspace.com/cistitisandthepajerzgz

http://www.mrzcrocodile.com


Aumentando la tralla musical, tendremos a otro invitado: Jaume, de Holocaust in your head, banda de punk crudo y directo que lleva más de cinco años tocando desde Barcelona hacia el mundo. Descubriremos su música y los detalles de su reciente gira europea "Crust & Roll 2007", que contó con 13 fechas en Francia, Alemania, Holanda, Chequia y Suiza. A partir de su gran experiencia, conoceremos cómo son los centros sociales okupados por las europas, cómo se trata a los músicos, la respuesta del público, etc.

http://www.myspace.com/holocaustinyourheadband


Con motivo del VIII Seminario de Solidaridad Política de Zaragoza, esta semana hemos tenido la oportunidad de conocer a luchadoras llegadas de lugares lejanos del planeta. En La Enredadera, escucharemos las entrevistas realizadas a Mustafá y Cristina, del campo de refugiados palestinos de Ain El-Hilweh en Saida (Líbano) y con Moira Millán, del Frente de Lucha Mapuche Campesino Chubut-Puelmapu en la Patagonia argentina.

http://solidaridadpolitica.unizar.es/


Por si esto fuera poco, recordaremos, si el tiempo lo permite, los 5 años del asesinato de José Couso, periodista español muerto a balazos en Iraq por militares estadounidenses. Junto a sus compañeros, familiares y amigos, gritaremos alto y fuerte: “Ni olvido ni perdón, ¡Justicia ya!”.

http://saludamoryrebeldia.blogspot.com/


Y, como siempre, en la sección “Sugerencias para que muevas el culo,... hacia donde deseas” lanzaremos propuestas políticas, sociales y culturales.


¿Te lo vas a perder?

¡¡Dale uso a tu transistor y escucha el 101.8 de la FM!!


miércoles, 9 de abril de 2008

José Couso sigue vivo en nuestra lucha


http://rebelion.org/noticia.php?id=65781

Cinco años del asesinato del periodista
Luego vinieron a buscar a José Couso

Belén Gopegui

Dicen que en enero de 1946, los representantes de una Iglesia protestante se reunieron en Frankfort para debatir su reconstitución. Entre todos los pastores que hablaron, cuentan que uno empezó su discurso detallando las excusas que durante un tiempo él mismo había dado para no alzar la voz frente a Hitler: “Sí, Hitler atacó a los comunistas, pero ¿no eran ateos y revolucionarios? Y sí, aniquiló a los incapacitados y los enfermos, pero ¿no eran una carga para la sociedad? Y claro, apresar y matar a los judíos era deplorable, pero ¿los judíos no son cristianos, a qué no? Y lo que hacía en los países invadidos era vergonzoso, pero por lo menos no lo hacía en Alemania”. Luego aquel pastor añadió: “Ninguna excusa justifica nuestro silencio. Claramente no somos inocentes y me pregunto una y otra vez: ¿qué habría pasado si en el año 1933 ó 34 todas las comunidades protestantes de Alemania hubieran defendido la verdad hasta la muerte? Si hubiéramos dicho: “No es correcto que Hermann Göring meta en campos de concentración a cien mil comunistas para que mueran”. Puedo imaginar que tal vez treinta o cuarenta mil cristianos protestantes habrían muerto, pero también puedo imaginar que habríamos salvado a treinta o cuarenta millones de personas, porque eso es lo que el silencio nos costó".

Hoy todo el mundo conoce las palabras de Martin Niemoller, que han tomado la forma de una canción o un poema:

"Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista.

Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío.

Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.

Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.

Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada".

Sin embargo, hoy seguimos dándonos excusas: “Ya se sabe”, se oye decir, “que el nazismo fue algo especial. Y al fin y al cabo Iraq no es Europa. Y el bloqueo y después la guerra aunque han matado mucho, no han matado tanto como Hitler. Y el petróleo es necesario para que anden los automóviles, ¿a qué sí? Y matar a eso que llaman fundamentalistas no debe de ser tan grave como matar socialdemócratas. Además, ¿no lo recuerdan? Hicimos una manifestación incluso dos, o tres. Y nuestro gobierno retiró las tropas. ¿Eso ya es bastante, no?”

Pero no es bastante, y lo sabemos. Sabemos que Martin Niemoller podría acercarse ahora al micrófono, mirarnos con tristeza y repetir: “Claramente no somos inocentes” . Y tal vez añadiría: “Si todas las comunidades de Europa, comunidades de cualquier clase, de vecinos, de comunistas, de cristianos, de socialistas, de ecologistas, de feministas, de sindicalistas, de cualquier clase, hubiéramos defendido la verdad hasta el final. Si hubiéramos dicho no es correcto que se mate a civiles en Iraq, si lo hubiéramos dicho no en una manifestación o en dos sino cada día y cada semana y en cada tribuna y en cada lugar de trabajo y en cada tribunal de justicia, entonces habríamos evitado tanta destrucción y tantas muertes”.

Quienes estamos aquí, hermanos, amigos, compañeros de José Couso, y personas que nunca le conocimos, formamos parte de una comunidad. Admiramos la capacidad de sus familiares para seguir luchando, para unir su reclamación a muchas otras causas diferentes y saber que todas son la misma, que donde una persona cae, caemos todas con ella. Quienes estamos aquí sabemos que no es correcto atacar y matar a un periodista desarmado, a ningún civil. Y aunque parezca que estamos quietos, no lo estamos. Porque sabemos algo más, algo que quienes invaden países impunemente olvidan a menudo:

Sabemos que la diferencia entre un juez justo y mil jueces justos no es tanta. La diferencia entre un profesor de instituto que lleva a los hermanos de José Couso a hablarle a los alumnos, y cinco mil profesores llevando a sus clases la misma lucha no es tanta. Ni lo es la diferencia entre un periodista que recuerda y diez mil periodistas que recuerdan y un día vendrán aquí. Quizá ahora seamos quinientas personas dando vida a los cinco años de ausencia de José Couso. La diferencia con quinientas mil no es tanta. Ni con cinco millones. Porque no estamos quietos. Estamos sumando. Cada día, en nuestros trabajos, en nuestras conversaciones, sumamos voces y causas y somos más cada vez. Llevamos dentro el hotel Palestina como quien lleva un cuerpo en gestación. Y nos reconocemos y nos apoyamos y nos atrevemos a continuar el poema de Niemöller :

Luego vinieron a buscar a José Couso, entonces dijimos: no tenéis derecho, ni legitimidad, y aunque ahora os lo llevéis, y aunque lo hayáis asesinado, nuestra lucha os seguirá a vosotros y a vuestros cómplices.


lunes, 7 de abril de 2008

¿Quién está detrás de Diagonal?


Los fachas ya no saben qué inventar.
En este caso, les damos publicidad en el blog porque, al menos, su iniciativa tiene humor:
www.detrasdediagonal.com

Hoy más que nunca, con el EZLN


Alerta roja en Chiapas.
El EZLN, de viva voz del subcomandante Marcos, anunció que llega el olor de una guerra.
"Para todos, todo", también la resistencia.
Por eso, rodeados de militares y ninguneados por los medios de comunicación capitalistas, voceros de las injusticias y de los opresores, alzamos nuestra voz, el fuego y la palabra, en solidaridad con el pueblo chiapaneco y los zapatista.
¡¡Tierra y libertad!!
www.radioinsurgente.org

Todos somos terroristas (si vemos la tele)


En www.rebelion.org, nuestro planeta, contado por nosotras mismas.

jueves, 3 de abril de 2008

¡¡La disidencia cultural la hacemos contigo!!






 

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