El rap “peta” el Arrebato en la 2ª noche de las Jornadas de la Biblioteca Frida Kahlo

“Algunos de los pioneros y leyendas del hip-hop dijeron que rap, la expresión musical del hip-hop, venía a significar rhythm and poetry, nada más y nada menos que ritmo y poesía juntos”.

Con estas líneas de Violadores del Versos, prólogo del libro que regalaron los Don Nadie la noche anterior, comenzó el fiestón de rap. Los ritmos reggae y dance hall desde los vinilos de Chernovynil dieron la bienvenida a las más de 150 personas que acudieron al Arrebato el sábado 9 de febrero. En pocos minutos, con la sala abarrotada, Aitor y los miembros de la Biblioteca Frida Kahlo presentaron la velada que se aventuraba intensa.

Con Ciengrados a los platos, Rafa presentó las nuevas canciones de Alma de Nómada. Cuchilladas contundentes que se dirigen contra la usura musical o la represión en las calles. La mitad del dúo Grosomodo se cantó un par de canciones en el escenario, dando paso a Huellas de Barro. Los cánticos del público acompañaban las voces de Aitor, con su hermando Ciengrados en las instrumentales y la compañía en las voces y en el escaso espacio del tablado de Rafa y Wine. Durante casi una hora fueron desgranando los temas de “Revuelta”, disco que supone una estupenda muestra del estilo pulido y contundente de HDB, un rap comprometido en el que no faltan alusiones a la lucha social, la crítica a la mercantilización de la música o a la filosofía del rap de corazón.

Teresa, a los visuales, acompañó en la creación de una ambientación que daba más ritmo, si cabe, a la puesta en escena del grupo. Como colofón a un concierto memorable, con un público entregado abarrotando el Arrebato, cantando y botando, HDB presentó su última canción que formará parte del proyecto “Cuando el Ebro suena,... ¡disidencia lleva!”, recopilatorio de bandas zaragozanas contra la Expo.

El concierto fue especial porque era el último de Rafa con Huellas de Barro, ya que deja el proyecto común para profunizar en propuestas más personales.

A medianoche se celebró la rifa de libros que fue acompañada del entusiasmo y los vítores del respetable, que acompañó con los risueños gritos de “Tongo, tongo”, la entrega de cada uno de los lotes de libros, fanzines y periódicos que ofrecía la Biblioteca Frida Kahlo.

Chernovynil comenzó su sesión de reggae y dance hall, con participación a los micros de invitados espontáneos, pero los horarios de Arrebato no dejaron que se desarrollara en toda su plenitud su propuesta sonora, pese a que el público estaba entregado en el baile. El respeto al descanso a los vecinos, norma de la casa en Arrebato.

Por segundo día consecutivo, el Arrebato abarrotado, la venta de todos los bonos para la rifa y el interés por los libros y las propuestas culturales anticapitalistas animaron a los participantes en la Biblioteca Frida Kahlo a continuar con las “Lecturas disidentes para mentes inquietas”, jornadas que proseguirán el próximo viernes con un fiestón de punk y hardcore.