Gobierno de Aragón: fuerte contra los débiles
Tranquilos podemos estar los aragoneses si los problemas de esta tierra son los causados por dos asociaciones sin ánimo de lucro, Apudepa yAdeea, que recientemente han sido merecedoras de una denuncia del Gobierno de Aragón por interpretar como amenazas y coacciones el recordatorio hecho por las denunciadas de la obligación de obrar según la ley. En un contexto de adecuado tratamiento de los valores y esencias culturales, este recordatorio hubiera sonado a perogrullada, pero habida cuenta de la desatención y vapuleo que suele darse a ciertas cuestiones en esta comunidad -más o menos autónoma-, fue un ejercicio de compromiso y coherencia por parte de estas asociaciones. Pero tan delicada miel has ido pagada con la coz de una denuncia.
Ya me gustaría a mí, que los esfuerzos y empeño de este Gobierno de Aragón en vez de ningunear y perseguir a colectivos de esta índole se dedicaran a castigar con todo el peso de la ley a los depredadores del patrimonio natural, cultural y económico de esta tierra, fueran locales o forasteros. Sin embargo, las armas más afiladas del Gobierno deAragón, se alzan contra dos asociaciones sin soporte económico de ningún amo ajeno a la filosofía de cada grupo. ¡Qué fácil es ser fuertes contralos débiles!
¿Qué se puede esperar de unos gobernantes que ponen todo tipo de trabas a grupos que, desinteresadamente y desde la independencia, luchan por abrir los ojos a la sociedad para despertar su sensibilidad y sentido crítico hacia valores frágiles, irrenunciables, irremplazables...?
A la vista de lo sucedido, cabe sospechar que un ánimo de venganza y una errónea concepción de la participación y de la democracia han sido las causas de que el Gobierno de Aragón haya hecho tal demostración de prepotencia. Algo o mucho de razón llevarán estas asociaciones en sus labores de prevenir y de sacar a la luz pública las malas prácticas contra el patrimonio, para haber despertado de este modo las iras del gobierno casero. Algo o mucho estarán incordiando por el Pignatelli para este despliegue de efectivos más propios de caza de brujas que de unos políticos que se autoproclaman demócratas. Sí, me refiero a estos que se premian a sí mismos el día de Aragón.
¿Es progresista un gobierno que fustiga de este modo al voluntariado? ¿Acaso aquí no vale otro voluntariado que el de posar para la fotol uciendo la camiseta que agrade a quien empuñe la batuta y manifestándose detrás de la pancarta que plazca a los discursos vacíos?
Y aquí no caben medias tintas: quien calla, otorga. Los vendidos, lógicamente, mirarán a otro lado, acariciarán subvenciones y buscarán palabras suaves para conciliar posturas, para quitar hierro al asunto.Pero a quienes honestamente nos preocupa la transparencia y la catadura moral de las actuaciones, hechos como éste nos indignan y nos hacen sospechar que todo aquello que desenmascara el euroladrillo y se sale delos cauces políticamente correctos, está llamado a la picota inquisitorial, para ejemplar escarmiento de quienes seguimos pensando que a estos políticos les hace falta el radar de una ciudadanía despierta y atenta a sus desmanes.
¿Cuál será la próxima organización en llevar un varapalo de este calibre?
Mª. Victoria Trigo Bello
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