Aragón Olímpico. Realidad alucinógena
Y también hoy, os facilitamos este necesario texto, uno más, que nos llega para poner los puntos sobre las íes ante tanta mentira sobre el proyecto de las Olimpiadas de invierno en Zaragoza-Pirineos. Lo hemos extraído de http://expo-no.es
ARAGÓN OLÍMPICO. REALIDAD ALUCINÓGENA
Una ciudad puede ser muchas cosas, aplicársele muchos adjetivos, pero la reciente embarcada zaragozana en montar unas olimpiadas de invierno es digna del calificativo alucinógeno, porque parece haber afectado a algunos de sus habitantes como una droga lisérgica.
No hay que negarlo: existe un cierto apoyo ciudadano a la aventura olímpica aragonesa. Zaragozana en realidad, aunque en el Pirineo ya se frotan las manos ante el posible nuevo pelotazo urbanístico.
Un apoyo fundado en algo tan lamentable como es la envidia al vecino, el demérito al otro en vez de la apuesta por los méritos propios, visto que Catalunya también optará a su propia aventura olímpica, en un año, 2022, en el que no termina de estar claro cuánta nieve quedará en el Pirineo.
Que la ciudad de los 45ºC de este verano, se proponga construir y mantener una pista de hielo con pabellón para 10.000 asistentes y cubrir de hielo varias instalaciones deportivas, como el Pabellón Príncipe Felipe, hubiera sonado estrambótico hace unos meses, pero, ahora mismo,
desde el poder se da como algo hecho.
No sólo eso, también nos encontramos con otros aderezos para tamaña ensalada de memeces, como crear un equipo estable de hockey sobre hielo, o fletar vuelos para cubrir los 140kms que separan Zaragoza y Jaca.
Sí, sí, hablamos de Zaragoza, la misma junto al desierto más grande de Europa, los Monegros. La ciudad que tiene las pistas de esquí donde debería celebrarse el evento a 200kms. Una ciudad esteparia que compite con una ciudad mediterránea como Barcelona en superar su propio absurdo, montando unas olimpiadas de invierno a mayor gloria de unos neo-caciques
dignos de un esperpento de Valle-Inclán.
Si tan sólo hace unos meses se nos hubiera ocurrido preguntar a la ciudadanía de Zaragoza sobre la viabilidad de unas olimpiadas de invierno, quizá hubiera pensado que le estabas tomando el pelo. Sin embargo aquí nos tienes. Más empeñados que nadie en esta verdadera
fantochada, que nadie parece terminarse de creer, pero para la que ya van naciendo presupuestos previos y campañas de promoción como si fueran champiñones.
ALGUNOS DATOS
El 5 de febrero quedaban aprobados los estatutos de la sociedad gestora, el consorcio Olimpiadas 2022. El reparto del accionariado pondría en manos del Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza el 70% del futuro consorcio que deberá gestionar los proyectos que configurarán la candidatura olímpica. Aunque no se descarta la participación de otras
instituciones, como la Cámara de Comercio, que podría formar parte del 30% restante.
La primera acción del Ayuntamiento de Zaragoza ha sido soltar 300.000 euros para proyectos previos y promoción del evento. Se ha aducido que eran “sobrantes de caja” del presupuesto del año pasado. No está mal para una de las ciudades más endeudadas del Estado.
De momento no se habla de dinero, aunque algunas cifras ya van sonando, como los 300 millones de euros que podrían costar la preparación del evento, sin contar edificación. Hay miedo a repetir el fiasco de la Expo 20008 y sus edificios carísimos e inútiles.
De construcción, de hecho, se habla poco aún, más allá del gigantesco pabellón de hielo de Zaragoza, aunque ya existe uno en Jaca y la única pista de hielo que hubo en la ciudad tuvo que cerrar años ha.
El ladrillo pillaría su parte en la construcción de las villas olímpicas. Por un lado intentando dar empuje a la ciudad-dormitorio de Arcosur, así como quizá en el Este de la ciudad, receptor de todos los nuevos pelotazos urbanísticos.
No faltarían villas olímpicas en Benasque, donde tendría más capacidad que habitantes censados tiene el pueblo, o en Jaca. Un suculento pastel inmobiliario, pagado con dinero público, para garantizar 22.800 habitaciones.
Las ideas de transporte pasan por sobredimensionar por un lado la construcción de carreteras para acceder a la zona pirenaica, basándose en la exclusiva industria del esquí, porque los habitantes (Unos 12.000 en total, dispersos en decenas de pueblos) de la zona no justifican un
gasto tal.
Por otro lado se está barajando la comunicación por vuelo de Zaragoza y Jaca o bien se construiría un tren de velocidad alta para llegar a Jaca en 45 minutos a 240kms/h. No deja de resultar chocante que se eche la casa por la ventana en esta comunicación en una región como Aragón, que acaba de perder a principios de 2010 varias líneas de bus a zonas rurales.
En cuanto al aspecto ecológico, poco más queda por destrozar en los alrededores de las instalaciones de esquí, pero siempre se puede ir más lejos con proyectos como la ampliación de la Estación de Cerler. Esta obra la convertiría en un mastodonte de hormigón, ampliando sus
instalaciones por el delicado valle de Castanesa, una de las pocas zonas vírgenes del Pirineo. El proyecto definitivo de ampliación contempla, entre otras barbaridades, la construcción de tres edificios que tendrían una superficie total de 13.000ms cuadrados.
Toda esta cuestión de la ampliación de Cerler, además, se mezcla con las denuncias de un periódico sobre los intereses de la familia del presidente Iglesias con esa estación en concreto
http://www.elmundo.es/2009/04/10/espana/2627639.html
También quedan pendientes obras tan agresivas como la unión de las estaciones de Formigal y Astún-Candanchú a través del Valle de Espelunciecha, atravesando por el futuro Parque Natural. Muchas de estas actuaciones están pendientes incluso de resolución judicial.
Ni que decir tiene que las olimpiadas de invierno fortalecerían al lobby de la nieve, que va de la mano con el del ladrillo, pasando por encima de cualquier consideración ambiental, por el interés “mayor” del evento olímpico.
¿Y aparte del Pirineo? Aragón, hoy por hoy, es una de las zonas con más envejecimiento poblacional y con varias comarcas que se consideran desierto demográfico, con una total escasez de servicios públicos y en plena recesión económica. Comarcas como Cuencas Mineras, Daroca-Romanos o Campo de Belchite, dan idea de una región mucho menos boyante de la
que se pretende vender, donde rara vez llega la inversión pública y, menos aún, el turismo.
Mientras tanto la ciudadanía a mirar boquiabierta, que eso de participar se limita a repartir folletos del Ayuntamiento y ponerse un uniforme ridículo de voluntario para hacerte la idea de que ayudas a la ciudad, mientras, a lo peor, no haces sino apuntalar la nueva cacicada.
1 Comments:
No les cortes el pedo a los jefes...filpan,se meten,tripean,alucinan...lo malo que sus pufos los pagamos todos.Ojete.
lunes, 8 de febrero de 2010, 17:49:00 CET
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