50 años de ETA

(la ilustración, para quitar dramatismo al asunto, es de Pepo Pérez http://www.pepoperez.com/)

50 años de ETA.
Si viajamos a 1959, esa época de revoluciones populares con la ayuda de las armas, podríamos hablar de marxismo, de comunistas, de marxismo-leninismo, de luchas contra la dictadura franquista, de "gudaris". Recordaríamos a los jóvenes, entonces, Julen Madariaga, "Txillardegi" y tantos otros. También citaríamos el asesinato del torturador fascista Melitón Manzanas a manos de "Euskadi Ta Askatasuna" (País Vasco Y Libertad), de las condenas a muerte de algunos etarras juzgados por los franquistas en el Proceso de Burgos o del mortal vuelo de Carrero Blanco (campeón de salto).

En la época previa a la muerte del dictador, destacaríamos la VI Asamblea de ETA, en la que una parte de la organización se pasó a la Liga Comunista Revolucionaria y hubo un período de escisiones y divisiones internas, según dicen.

El desengaño general durante la llamada "Transición" perpetuó privilegios e injusticias. En esta época llegan los coches-bomba, así como atentados contra la central nuclear de Lemóniz, épocas de muchas personas asesinadas, gente de la calle, contrainsurgencia estatal con los GAL como punta de lanza, y mucha guerra sucia dirigida desde el gobierno del PSOE. Recordaríamos los asesinatos de Lasa y Zabala, también la evolución de la música de Euskadi hacia lo que se llamó "el rock radical vasco", el asesinato de Yoyes y los muertos en el Hipercor de Barcelona.

Ya en los 90, más atentados, secuestros, mesas de negociaciones, treguas y el Pacto de Estella. Llega la ultraderecha al poder en España, el PP, y evoluciona a lo bestia la lucha "antiterrorista". Esto todos lo conocemos: detenciones arbitrarias, cierre de medios de comunicación y empresas vascas, dispersión, torturas, ilegalización de partidos independentistas, represión a todos los niveles. En esas estamos hasta hoy. Se utiliza políticamente a las víctimas de manera vergonzosa, mientras ETA sigue en las mismas: bombas y asesinatos. Iniciativas de resolución no violenta, como Elkarri y otras, en un cajón del trastero. La izquierda independentista vasca en cuadro, con muchísima gente encarcelada, miedo, también esperanza, discusiones, diferentes maneras de afrontar "el conflicto" en pleno año 2009. La capacidad de autogobierno en Euskal Herria, prohibida. El PSOE, junto al resto de gerifaltes en el poder, abogando por la vía policial. La sangre sigue en las calles. La situación está enquistada. Esto es el capitalismo.

Santiago Alba Rico escribió hace unos años que "sin ETA lucharíamos mejor". Es una manera llamativa de escribir que esta situación debe cambiar, que así no vamos a ningún lado y que esta espiral militar no beneficia en nada a una vida mejor ni a nadie ni en ningún lugar.

¿Hacemos algo para cambiar?