El vandalismo que se consiente,...

En estos días, mucho se charra de vandalismo en Zaragoza. También hablan del botellón (cuando de toda la vida por estas tierras hemos dicho botellada).

Obvio es decir que no hay que ensuciar, que hay que respetar, que la libertad de una termina donde empieza la de otro, que hay que saber convivir,....

Pero poco se habla del vandalismo consentido. De lo que el propio Ayuntamiento deja hacer, o es él mismo quien lo ejecuta.

Como hace unos días, tan solo os dejamos unas fotos como muestra. Las calles, en este caso, también hablan: contenedores a rebosar a 30º de temperatura (mmm, qué olorcico); calles levantadas con poca previsión de afecciones de ruidos, suciedad, aislamiento de accesos, tráfico, etc; el biceberg, que costó una pasta, en ruinas y sin uso; estaciones del Bizi inutilizadas porque están llenas o vacías de bicicletas; paradas de bus suprimidas de un día a otro y sin previo aviso (a no ser que te pegues todo el día pegado a Radio Zaragoza, con el Heraldo en una mano, un gratuito en la otra y la edición en interné de El Periódico delante, por ejemplo),...

Y, la imagen más curiosa, un nuevo uso para los alcorques vacíos. ¡¡Ya no queremos árboles, queremos cubiteras!!

(conste que estas fotos las hemos hecho al tuntún, sin premeditación, en apenas 4 minutos y en un radio de acción de apenas 500 metros).